Paul Amundarain nació en Caracas, Venezuela en 1985. Estudió en la

Universidad Central de Venezuela en la escuela de arquitectura en Caracas

donde vivió y trabajó hasta el 2013. Hoy en día trabaja desde su estudio

en Caracas y en Miami. Paul ha participado en varias exposiciones grupales

e individuales en Estados Unidos y Venezuela.

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El individual y la expresión de sus ideas únicas son sujetos a diferentes

influencias de orden social. Es un proceso de realimentación entre estar y

su ingenio. En el caso específico de expresión artística y su correlación con

el espacio socio- histórico, es simplemente imposible separar uno del otro.

Adicionalmente, también es imposible para el arte no reflexionar las necesidades y rasgos de las idiosincrasias del ambiente donde fue creado. Indudablemente, las obras de arte pueden externalizar la manifestación social en diferentes maneras, sin responder la metodología presente.

El arte reconoce la emergencia de hechos sociales y en su propia forma se disecciona, digiere, y impresiona en una sola y única visión.

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Ahí entonces, la relación entre la figura del artista y su ambiente físico, trabajan en un diástole- movimiento sístole. La influencia de uno encima del otro es simplemente eterna. Cual sea que es el contexto físico,- una ciudad, la naturaleza- mueve las cuerdas ocultas e invisibles que halan la mente del creador hacia el descubrimiento del lenguaje personal.

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Su trabajo habla sobre su realidad social. Su ciudad es una entidad viviente, una entidad orgánica, que sufre mutaciones constantes. En el caso de Paul Amundarain, él esta claro de la degeneración socio-cultural de Caracas y su relación con el tiempo. Su ciudad natal consiste de una ciudad muy compleja conocida por mucha violencia y con una sociedad desensibilizada en la cual la vida y la muerte como valores son completamente distorsionados. Caracas pasa de ser un metrópolis, una ciudad con medida a volverse un matápolis, una ciudad orgánica, difusa, homogénea, señalada por una fuerza anárquica y caótica. En lo material- dimensión tangible y en lo humano- dimensión sociológica.

 Amundarain cuidadosamente estudia la violencia y la agresión en una sociedad separada por un innegable abismo que radicalmente diferencia los ciudadanos aunque sean forzados a habitar el mismo espacio físico de un lugar que parece que esta gritando desesperadamente.

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El joven artista entiende como las dimensiones económicas, sociales, culturales y políticas han desarrollado una serie de consecuencias y han condicionado el tiempo presente y sus paisajes urbanos y sociológicos. Las cicatrices de caracas siempre estarán presentes en su historia. Tienen un sentido eternal que son parte de esta identidad contradictoria. La cicatriz de la paradoja. Los contrastes sociales son manifestados en los contrastes visuales y espaciales. De esta manera, los diferentes lenguajes de Amundarain y las diferentes técnicas corresponden a la heterogenita de Caracas. El caos de la metápolis y la anarquía son las características fundamentales de las relaciones humanas del artista caraqueño que el percibe diariamente. El artista usa su vida diaria y la levanta a un nivel mas alto y simbólico. El narra las cuestiones del pasado, los problemas de nuestro momento contemporáneo y virtualmente, predice el futuro.